trae a mis ojos
la viveza de las rosas rojas
que jamás se marchitan
sólo se deshojan por el viento.
Mi corazón se enaltece
cuando miro tu rostro
cubierto por el deseo
por el grito vivo
de decir te quiero.
La confusión de mis días
entre tu cara y su cara
despliegan tristeza y cansancio.
Me abandono
en lo más profundo de todo mi existir.
Refugio mis ansias
mis temores en tu recuerdo
nada se le parece.
Busco tus cándidas manos
tus tibios labios, un andar descalza.
¡Ay de mi! !Qué fugaz es todo!
amar, amor, amar.
Vuelo hacía el mar, me confundo
regreso a mi palomar, no estás
¿Qué pasa, qué pasó?
El otoño se avecina
siento frío y soledad.
Mi caminar a tu lado, terminó
tus besos, tus caricias, tu existir
han quedado impresos, en mi ser.
¡Ay amado mio
no le temía al invierno!
Mi cuerpo, está cubierto de escarcha
el viento azota mi corazón
tus manos se desprenden de las mías.
Un instante,un adiós,un no se.
¡Amantes, amantes no!
No hay espacio, ni tiempo
no entiendo.
Al fin, todos somos amantes de amantes
ingenuos y frágiles.
¡Cómo él quiere su boca
yo quiero la tuya!
¡Todos se esconden para amarse!
¡Qué locura, esconderse!
¡Vienes, vas, voy!
¡Ay amor mio!
¡Somos tan miserables
cuándo somos bendecidos
por la magia del amor!
¿Ay amor, porqué me tocáis ahora?
Sabiéndome ajena al sentimiento
codiciando tu prenda amiga.
¿Ay, cómo condeno éste destino!
Que me ha encarcelado a sus ojos
me ha privado de mi libertad.
¿Me pregunto y respondo?
¡Bendecida, bendecida yo!
¿He llegado al limbo...Ay de mi!
Lo tengo y no lo tengo
¿Cuánto lo amo, cuánto?
¡Destino cruel, te condeno!
Busque tanto éste amor y ahora.
Tengo que dejarlo escapar?
¡No, no, no me perdonaré!
¡No, no, no lo perderé.
Y ahora...
