
La torpeza, la ilusión
el encanto de tu sonrisa
tu modo loco de ser
tu juventud disfrazada
jugaron a distraer mi mirada
de señora, de mujer casada.
¿Qué ironías, a veces se viven?
¡Me creo el cuento, fantástico
te gusto, me gustas!
¡Qué ilusa, nosotras las señoras!
¡Ah, las señoras también soñamos!
Con viajes a las estrellas
con caminar de la mano de él
por la arena humedecida.
Soñamos con amantes fugitivos
ansiosos y soñadores
con alas frágiles como sus palabras.
Los encuentros, los encantos
maripositas en la panza.
¡Qué ilusos, qué ilusas
pero es vida, es sentir
es necesario, es renacer
simplemente es.
Insisto
nosotras, también soñamos.