Andaré descalza
por la ladera del rio
buscando tus pasos
para unirlos a los mios.
Miraré bajo el azul profundo
donde tus ojos se escapan de mi mirar.
No diré nada, sólo tú entenderás mi silencio
y cogerás mi mano y caminaremos juntos.
Viajaremos por la ladera del río
hasta perdernos como las hojas fugaces.
Buscando el nido, que nos cobijará
cerraremos los ojos y dormiremos.
Luego al amanecer, volverás a coger mi mano
y seguiremos juntos caminando.
Me susurrarás al oído, sutil, delicado
y me dirás, ¡Mirate en mis ojos y no me olvides!