Salto, doy un grito, corro
respiro, trago saliva, vuelvo a respirar.
Sigo corriendo.
Mi corazón se sale de mi pecho
todo mi cuerpo tiembla
la alegría sale por mis poros
fluyen las lágrimas
sigo corriendo.
Me detengo en el kilómetro cero
despierto, miro las cuatro paredes
todo está blanco
hay silencio.
Respiro profundamente.
Sigo corriendo
ésta vez, somos muchos
por caminos bifurcados.
Tantos rostros desconocidos
todos sonríen
todos vamos al mismo ritmo.
Vuelve el silencio
hay colores
estoy cansada, mis ojos pesan
sólo fueron veinte minutos
de ausencia de éste espacio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario